Quisiera que me explicaran, sobre el tema de la prohibición de la sangre, en Hechos 15:20,29; y qué significado tiene, y si debemos hoy en día abstenernos de comer alimentos que contengan sangre. Saludos fraternales en Cristo.
Gracias, hermano, por su carta, y su pregunta. En Hechos 15:29 leemos, “que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.” Aquí el Concilio de Jerusalén está considerando la postura de unos dentro de la iglesia que demandaron que guardaron la ley de Moisés, y circuncidar a los nuevos creyentes. Creo que el Concilio contestó así, porque está explicando que los ritos que aplicaron a Israel como nación escogida ya pasaron porque fueron cumplidos en Cristo Jesús, y por eso, no es necesario guardarlos ahora. Mientras tanto, las cosas que tienen que ver con la moralidad general, y la ley desde la creación, todavía aplican. Por eso, los diez mandamientos, y otras cosas derivadas de la creación en sí, todavía están en marcha (aunque tampoco pueden salvarnos, porque la salvación nunca fue por la ley). Es la misma razón que San Pablo repite la ley en Romanos 13:8-10, porque la ley es la manera en que podemos mostrar amor a nuestro prójimo.
Y, por eso, tenemos Génesis 9:4, que nos dice, “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.” En cuanto que el principio aquí no es algo que aplica solamente a Israel, sino algo derivado de la naturaleza de la creación en sí, todavía aplica a nosotros. Y, viví en el Uruguay, donde es muy común morcilla, una salchicha derivada de la sangre en sí, y siempre dije que no sería bien comerla, y no lo hice.
Pues, hermano, siempre hay mucho más. Pero, es algo para comenzar, y hermano, si quiere más, solamente tiene que escribirme. Y hermano, favor de saludar a los santos allá, y especialmente a su propia familia, de nuestra parte. Y si podemos ayudarle, pues, como siempre, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia y amor le bendiga en todo.
Muy atte.
Su hermano en Cristo,
Esteban Larsón Macías, de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
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Santa Ana, California, EE.UU.