QUISIERA QUE ME HABLARAN AMPLIAMENTE DEL TEMA DE LA PRIMOGENITURA
Gracias, hermana, por su carta, y su pregunta. Pues, hay varios aspectos de la primogenitura. Tenemos el aspecto cultural, y también el aspecto bíblico.
Culturalmente, entre la gente del Medio-oriente, el primero hijo macho nacido recibió la primogenitura. No, no estoy repitiendo la misma cosa, porque las hijas fueron excluidas de dicho privilegio. Significó que fue el líder de la familia o tribu o cualquier privilegio que ejerció el padre. Por eso, vemos en Génesis 25:31 que Jacob quiso comprar el primogenitura de su hermano Esaú, y los acontecimientos posteriores no indican que recibió la herencia de sus bienes, mas solamente sus privilegios y derechos como jefe de la familia (véase también 1 Crónicas 5:1).
Y, este aspecto fue adoptado en la ley de Dios. La gente fue obligada traer como ofrenda al Señor las primicias de todo. Entonces, leemos en Éxodo 23:19, “Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios.” Y, dicho mandamiento aplicó no solamente a las plantas y fruto de la cosecho, mas también a los animales, y a los hombres, o mejor dicho, los hijos de los hombres, como leemos en Éxodo 13:2, “Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.”
A veces había sido excepciones a esta regla, para mostrar la soberanía de Dios. Por ejemplo, lo vemos en 1 Crónicas 5:1, debido al pecado de Rubén. Lo vemos también en la decisión de Dios de escoger el hijo más joven de Isaí y no el primogénito (1 Samuel 16, y solamente porque Él querría hacerlo, y nada más.
El término está utilizado en el Nuevo Testamento, aunque en un sentido más espiritual y figurativo. Leemos en 1 Corintios 15:20, “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.” Aquí vemos a Cristo Jesús como el primogénito de los que están resucitados. Y, lo vemos aún más cuando habla en Juan 3:16, donde leemos, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Aunque se usa la palabra “unigénito”, la implicación es que Cristo es el primero (y, el último) de los Hijos de Dios. Y, vemos el sí mismo concepto en Colosenses 1:15, donde leemos, “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” La importancia de este versículo no es el orden histórico del nacimiento de Cristo Jesús, sino la importancia de Cristo Jesús, sobre toda la creación de Dios (véase Romanos 8:29 y Hebreos 12:23). Él es el primogénito en el sentido que es sobre todo, y antes que todo, en su preeminencia,