“¿por q existen doctrinas sobre todo de corte pentecostal q te borran del libro de la vida si pecas y toman el pasaje de apocalipsis capitulo 3:5, la pregunta es por que ????”
Pues, hermano, nos dice en Apocalipsis 3:5, “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.” Aquí nos indica que no será posible borrar nuestros nombres del libro de la vida. Y, es así, porque nuestra salvación no depende en nosotros, sino en Cristo Jesús. Es como nos dice en Romanos 8:26 a 39, “26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Pero, hermano, Ud. preguntó por qué la gente malinterpretan las Escrituras. Pues, no soy tampoco un intérprete infalible. Hago errores, como todos. Pero, hay dos razones por la malinterpretación de las Escrituras. Primero, es nuestra debilidad, es decir, que no sabemos todo, aunque queremos interpretar a las Escrituras, a veces no sabemos lo que sea necesario para interpretarlas bien (principalmente, el conocimiento de las Escrituras en sí). La segunda es nuestro pecado. Aunque sí somos creyentes, todavía mora el pecado en nosotros, y hay una lucha viva contra del remanente del pecado en nosotros, como dice San Pablo en Romanos 7. Por eso, aunque las Escrituras son bien claras, y las entendemos bien, no queremos aceptarlas, porque nos ofende en nuestro pecado. La solución, entonces, es doble. Escudriñar las Escrituras, para saber todo lo que podemos saber, y acercar a Cristo Jesús, para seguirle más y más fielmente cada día. Y así, aunque nuestra interpretación todavía va a tener defectos, sí va a mejorar.
Por ejemplo, los Pentecostales. Fui a sus shows, y oigo bien pocas veces a la gente citar a las Escrituras. Oh, sí, como los de Roma, dicen que creen en las Escrituras, pero, sus interpretaciones no depende en el Espíritu de Dios hablando a nosotros en las Escrituras, sino en sus espíritus, porque dicen que reciben la inspiración para declarar por sí mismos lo que dice Dios. Por eso, no quieren estudiar ni griego ni hebreo, porque, además de la dificultad, para ellos el estudio profundo de la palabra no sea necesario, porque ellos reciben la revelación directamente de Dios. Por eso, si digo que su interpretación no es correcta, a ellos es casi blasfemar el Espíritu, porque ellos dicen que no hablan de sí mismos, sino de Dios.
Pues, hermano, siempre hay mucho más. Pero, es algo para comenzar, y hermano, si quiere más, solamente tiene que escribirme. Y hermano, favor de saludar a los santos allá, y especialmente a su propia familia, de nuestra parte. Y si podemos ayudarle, pues, como siempre, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia y amor le bendiga en todo.
Muy atte.
Su hermano en Cristo,
Esteban Larsón Macías, de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
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Santa Ana, California, EE.UU.
