“¿Cual es la opinión de la masturbación de hombres y mujeres, a la luz de las escrituras?” Pues, he escrito algo sobre la fornicación, y creo que aplica en parte, y por eso, aquí está abajo.
Primero, la solución Bíblico a la tentación sexual es casarse. El Señor dice por San Pablo en 1 Corintios 7:9, “pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.” Por eso, si no tiene el don de continencia, debe de casarse, con una mujer cristiana. La segunda cosa, es que debe de mantener buenas relaciones con gente cristiana, para tener compañerismo cristiano, y para animar el uno al otro en justicia y para resistir el pecador, como leemos en Hechos 11:23, “Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.” Tercero, debe de leer la palabra de Dios, y memorizarla, para no hacer el pecado y para crecer en comunión con Dios, como leemos en Salmo 119:9. “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” Y, al fin, cuando esté tentado, debe de huir la tentación, como leemos en 2 Timoteo 2:22, “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.”
Pero, para aplicar estos principios a la masturbación, creo que es una forma de estimular a sí misma al éxtasis sexual utilizando pensamientos de cosas sexuales. Pero, las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo en Mateo 5 indican que el pecado no es solamente en el acto sino en los pensamientos del corazón y mente. De verdad, unos me dijeron que pueden masturbar sin pensamientos sexuales, pero, lo dudo. Y en 1 Corintios 6 nos enfatiza que nuestros cuerpos pertenecen a Cristo Jesús, tanto en las cosas sexuales, así también en cualquier otro asunto, y por eso, solo debemos hacer las cosas que glorifican a Dios, y no los que son egoisticas como la masturbación. No quiero decir que los deseos sexuales en sí son pecados. Al contrario, son buenos en sus usos buenos, como nos dice en 1 Corintios 7:3-5, “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.”
“Hermano, como puedo explicarle alguien que tener relaciones sexuales antes del matrimonio es pecado? Si me puede dar la citas bíblicas.”
Pues, hermano, comenzamos con los diez mandamientos, de Éxodo 20, donde nos dice en versículo 14, “No cometerás adulterio.” El mismo mandamiento se encuentra en Romanos 13:9, “Porque: No adulterarás. . .” Adulterio en sí quiere decir, en términos Bíblicos, tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, como leemos en Mateo 5:27-28, “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” Por eso, Dios nos dice por medio del Apóstol Pablo, en 1 Corintios 7:1-2, “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.” Es claro que está diciendo que la manera de evitar la fornicación es casarse. Y, por medio del mismo Apóstol también nos dice en Efesios 5:3, “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.” Pues, siendo los que confiamos, no hacemos la fornicación, o en otras palabras, relaciones sexuales fuera del matrimonio. Pero, tal vez, el pasaje más extensiva es 1 Corintios 6:15-20 donde Dios dice a nosotros, “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Este pasaje nos explica que es al contrario de nuestra naturaleza como miembros del cuerpo de Cristo de estar unidos con alguien en una relación sexual fuera del matrimonio.