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Preguntas y Respuestas
¿cómo es posible que los bebés deben estar bautizados?

Gracias, hermana, por su carta, y su pregunta. Pues, creemos que los bautistas enfatizan el bautismo solo de adultos porque ellos creen que la salvación es principalmente una obra de la decisión humanada. Nosotros, al contrario, creemos que los creyentes “no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:13) Entiendo la perspectiva de los bautistas, porque si la salvación depende en una decisión personal, ¿cómo es posible que los bebés deben estar bautizados? Pero, Cristo nos mandó  “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (San Mateo 28:19, 20) No dice aquí que hagamos discípulos de solo los adultos, sino de las naciones. Miramos la perspectiva bautista de los discípulos cuando llevaron a los niñitos a Cristo, y los discípulos les prohibieron, más Cristo tenía otra perspectiva, “Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.” (Marcos 10:14) La primera vez que sabemos de la aplicación del bautismo cristiano es el Día de Pentecostés. Debe de recordar que los judíos practicaron la circuncisión, el símbolo de la promesa de Dios a ellos, y a sus hijos. (Génesis 17). Pedro predicó en el mismo día, y cuando hicieron la pregunta, “¿qué haremos?” contestó, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38) Fíjense que no dijo, los aquí que son adultos, sino, “cada unos de vosotros.” No están excluidos los niños. Al contrario, leemos “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Versículo 39) Fíjense que están incluidos los hijos. No fue por casualidad, sino para confirmar sus pensamientos sobre sus hijos. Si fuera un tiempo para cambiar las cosas, aquí está. Pero, al contrario de cambiar las cosas, San Pedro confirmó que los hijos están incluidos. Por eso, leemos que Dios dijo, “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.” (Hechos 16:31) Y esto es porque los hijos de un padre o una madre creyente son santos, cuando los hijos de los puros incrédulos son inmundos.” (1 Corintios 7:14) Y por eso, leemos dos veces en el Nuevo Testamento que los creyentes y sus familias estaban bautizados (Hechos 16:15 y 33). Y, no hay ningún ejemplo de una familia cuando rechazaron el bautismo a los hijos. Por eso, en obediencia al Señor, enseñamos y bautizamos a los niños, para que ellos sean como Timoteo, a quien dijo San Pablo, “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 3:15, 16).

“Acabo de leer la respuesta con respecto al bautismo de niños. Ud. cita a Pedro en Hechos 2:38, "arrepentíos y bautícese cada uno..." no creo que toco el punto de le necesidad del arrepentimiento en su respuesta. Por supuesto un niño no se puede arrepentir de su pecado original hasta que tenga el uso de la razón.”

Pues, hermano, en términos generales, Dios demanda de nosotros lo que es posible, considerando su edad. Por ejemplo, Abraham e Ismael recibieron la señal del pacto, la circuncisión, cuando fueron de edad, pero, Isaac todavía era un bebé. Así también, en Hechos 2:38 la declaración no está dirigida a los bebés, sino a los adultos presentes, y por eso, nos dice en versículo 37, “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?” Y esto es porque Pedro les dijo en versículo 38, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Y si nosotros tuviéramos solamente este versículo, pues, se puede hacer el argumento que los niños estén excluidos, pero, él sigue en la misma oración, “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” Y, es importante notar que Pedro estaba hablando a judíos de todas las naciones, que pensaron en términos del pacto que incluyó a los niños con sus padres en el pacto. Unos dicen que Dios no tiene “nietecitos espirituales”, pero, en el Antiguo Testamento, sí fue así.

Pero, hay otro punto. Ud. dijo “Por supuesto un niño no se puede arrepentir de su pecado original hasta que tenga el uso de la razón.” ¿Quién declaró esto? Nos dice, “por supuesto” pero, es al contrario de las Santas Escrituras. En Salmo 22:9 David nos dice, “Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.” David, siendo bebé, confió en Dios. En 2 Timoteo 3:15 San Pablo dice a San Timoteo, “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” Y es interesante que la palabra griega aquí,  βρεφους, es la misma palabra que se usa en 1 Pedro 2:2, “como niños recién nacidos.” Pero, para mí, el pasaje más importante para mí es cuando nos contó sobre las madres que llevaron sus niños a Cristo Jesús, y los discípulos los regañaron, y por eso, leemos en San Marcos 10:14, “Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.” Hay pocas veces cuando Cristo Jesús se indignó, pero, esta es una de las pocas veces. Y personalmente, estoy seguro que Él está enojado con los que quieren rechazar el bautismo a los niños, porque nuestro Señor continúe en versículo 15, “De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Entiendo que hay muchos que quieren espiritualizar estos versículos, y decir que aplican a los otros, pero no a los niños, pero, creo que tengamos que tomar en serio las palabras del Salvador. Por eso, estoy seguro que los niños en sí sí pueden recibir el reino de Dios.

Y por supuesto, hay mucho más que decir, y si quiere más (¡aún para discutir!), estoy a sus pies para servirle en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia le bendiga en todo.

Muy atte.  

Su hermano en Cristo,

Esteban Larsón Macías, de www.iglesiareformada.com
Pastor de la Iglesia del Señor Viviente de la
Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
Santa Ana, California, EE.UU.

Muy estimado hermano,

Que la gracia y paz de Cristo Jesús sea con Ud., hermano.

Gracias, hermano, por su carta, y su pregunta. Si la entiendo bien, es ¿porque ustedes bautizan niños?

Pues, mejor decir, ¿Por qué Uds. no bautizan a los hijos de los creyentes? Hago esa pregunta, porque el Espíritu Santo dijo por medio del Apóstol San Pedro en el Día de Pentecostés, “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hechos 2:39) O, ¿no cree que nuestros hijos son santos? Porque Dios dice por medio de San Pablo, “Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.” (1 Corintios 7:14) O, ¿Quién le dio permiso rechazar el agua del bautismo a los hijos de los creyentes? Así fue la actitud de los apóstoles cuando llevaron los niños a Cristo Jesús, “Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.” (Mateo 19:13) Más leemos lo que dijo Cristo Jesús, “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.” (Versículo 14) Y ¿quién le dijo que los niños no fueron incluidos cuando los primeros gentiles fueron bautizados? Porque leemos en Hechos 16, “Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. Y cuando fue bautizada, y su familia,” “Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.”

Y me interesa que casi todas las sectas, como la Iglesia Universal (Pare de Sufrir), los Mormones, los Testigos de la Atalaya, y muchas otras, rechazan la palabra de Dios en cuanto al bautismo de nuestros hijo. Y, entiendo porque es así, porque enfatizan la acción del hombre de escoger a Dios, y no la acción de Dios en escoger a nosotros, y por eso, es muy consistente que rechacen lo que dice Dios sobre nuestros hijos.

Pues hermano, hay mucho más que decir, y si quiere más, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que Dios le bendiga en todo.

Muy atte.

Su hermano en Cristo,

Esteban Larsón Macías, de iglesiareformada.com
Pastor de la Iglesia del Señor Viviente de la
Iglesia Presbiteriana Ortodoxa
Santa Ana, California, EE.UU.