LA SUPERIORIDAD DE JESUCRISTO

por Oscar Tenes

Hebreos 1:5-8 "Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tu, Yo te he engendrado hoy, y otras vez: Yo seré a él Padre. Y el me será a mi hijo? Y otra vez cuando introduce al Primogénito en el mundo dice: adórenle todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Más del hijo dice: Tu trono, OH Dios, por el siglo del siglo; Cetro de de equidad es el cetro de su reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad. Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo. Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Y: Tú, OH Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, más tú permaneces; todos ellos se envejecerán como una vestidura. Y como vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo. Y tus años no acabarán. Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra. Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?"

Vemos en estos versículos que Jesucristo es superior a los ángeles, así mismo superior todos los hombres; Sin embargo,  por ser hijos de Dios, nosotros los hijos de Dios, estamos tan bendecidos como él. Es importante establecer también que: Todas las promesas de Dios se cumplen, recordemos la promesa de Jesús, cuando ejerció su ministerio terrenal cuando dijo en Juan 14:17 “el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros” después de la cruz Jesucristo está EN (DENTRO DE) nosotros, por eso estamos Bendecidos con toda Bendición espiritual (Efesios 1:3) Antes de la cruz el estuvo con ellos, pero no en ellos.

Así también aquí en Hebreos 1:5-8  hay una preeminencia para Jesucristo, por eso el mismo Pablo escribió en Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos, Amen” También en estos versículos, se nos establece rotundamente que Jesucristo es Dios, Para corroborar esto,  la Biblia manifiesta que Dios fue manifestado en carne, dice  1 Timoteo 3:16 lo siguiente: “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu. Visto de los ángeles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria”  Jesucristo fue, es y será  Dios mismo, así también Jesús fue el cuerpo que Dios se puso y habitó con ese cuerpo, entre nosotros.

En Hebreos 1:5-8 todas las expresiones, son dichas a Jesús, dando a entender la superioridad de Jesucristo, también su poder y deidad, así como su carácter de consolador que es su principal papel en este evangelio de la gracia.  Por otra lado todos nosotros estamos  revestidos de Cristo, leemos en Gálatas 3:27 “porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” Por eso Pablo nos insta a poner nuestros ojos en las cosas de Cristo dice Colosenses 3:1-3 Sí, pues, habéis resucitado con Cristo buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”

Cuando Dios se metió en ese cuerpo, llamado Jesús, entonces es cuando dice Pablo en Colosenses 1:15 “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” Entonces en este pasaje dice de Jesucristo tu trono OH Dios es eterno, dando a entender la preeminencia de Jesucristo, y la indudable verdad de que Jesucristo es Dios mismo. Asimismo tenemos que entender que para nosotros, como hijos de Dios, existe una total dependencia en Jesucristo, ya que: Sin él nada somos.

Es cierto que usted y yo estamos bendecidos con toda bendición espiritual (Efesios 1:3) Asimismo no nos falta nada, Pero ninguno de nosotros se puede comparar con Jesucristo, como algunos han pretendido.

Veamos como  1 Corintios 3:21 establece: “Así que, ninguno se glorié en los hombres; porque todo es vuestro” Efectivamente todo es nuestro, pero es porque somos hijos de Dios, y no porque nosotros hicimos algo para merecerlo, por eso no debemos gloriarnos en los hombres sino en Jesucristo, Dios mismo.  Toda la Biblia habla de muchas excelentes promesas que existen para nosotros, sin embargo muchos hijos de Dios por desconocimiento del evangelio no se apropian de ellas. ¡GLORIA A DIOS!


PASTOR: OSCAR ENRIQUE TENES PELLECER

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