A fin de año cada Iglesia tiene que pasar por la elección de nuevos diáconos, la pregunta ¿Cual deben ser los requisitos bíblicos para escoger a los lideres en las iglesia? ¿Y quiénes deben ser parte de esa elección?”

Pues, hay dos oficios en las iglesias Bíblicas, según los mandamientos del Señor, los diáconos y los ancianos (u, “obispos”). Vemos esto, por ejemplo, en Filipenses 1:1, donde nos dice, “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos”.

Los diáconos no son líderes, sino siervos. La palabra en sí quiere decir “siervo”, y a veces está utilizado también para los que no están ordenados, sino solamente están sirviendo al Señor en su iglesia. Vemos la origen de los diáconos en Hechos 6, donde leemos en versículos 1 y 2, “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.” Por eso, la responsabilidad principal de los diáconos no es para dedicarse a la oración y el ministerio de la palabra, sino de servir las necesidades físicas de los santos (véase Hechos 6:4). Y los requisitos de diáconos están también en el mismo pasaje, es decir, en versículo 3, “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.” Aunque están sirviendo las mesas, todavía es considerado un ministerio espiritual, y por eso, tiene que ser varones “llenos del Espíritu Santo.” Y también nos explique los requisitos de los diáconos en 1 Timoteo 3:8-13, “8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. 11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.” Hoy en día es importante notar que los diáconos, según el mandamiento del Señor, tienen que ser hombres. En Hechos 6:3, dice “varones”, que es una buena traducción de la palabra griega, ανδρας (andras), que no solamente quiere decir hombres en el sentido común, sino varones, en el sentido específico de ser macho y no hembra (aunque, por supuesto, la Nueva Versión Internacional obscura este punto cuando se utiliza la palabra “hombres”, pero así es con una traducción simplificada con palabras más sencillas para los niños). Y también en 1 Timoteo 3, nos dice que tienen que ser maridos, que es muy difícil para una mujer, y que tienen que gobernar a sus hijos y sus casas.

Y también el mismo versículo 3 de Hechos 6 nos dice quien debe de escoger a los diáconos, porque nos dice, “Hermanos, escojan de entre ustedes.” Creo que es la congregación que escoge a los diáconos, aunque no puedo imaginar que los apóstoles o ancianos de la iglesia no estaban involucrados también como una parte de la congregación. Y no hay ninguna evidencia en las Escrituras que los diáconos deben de servir por menos que su vida entera. Al contrario, leemos en Romanos 11:29, “Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.”

Pues, yo entiendo que no nos preguntó sobre los ancianos, pero, pensé que sería bien mencionar a ellos. Estamos gobernados en la iglesia por los ancianos, como dijo San Pablo a Tito, “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé.” (Tito 1:5, Véase Hechos 20:17) Creemos, como este versículo indica, que debe de ser “ancianos” en cada congregación para cuidar a las ovejas y para gobernarles. (Véase también Santiago 5:14). Y capítulo 1 de Tito habla del mismo tema, como también 2 Timoteo 2. Y, creemos que a veces unos ancianos dedican sus tiempos a predicar, y otros, a gobernar, 1 Timoteo 5:17. Los que predican se llaman pastores y evangelistas y maestros, como nos dijo el Señor en Efesios 4:11. Y a veces les llaman a los ancianos “obispos,” pero, nuestra meta no es discutir sobre palabras, sino, explicar lo que dice la Palabra de Dios, y por eso, si quiere usar el término, no nos importa.


Y hermano, si quiere más, pues, como siempre, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y espero que nuestro Dios de gracia les bendiga en toda manera.

Muy atte.

Su hermano en Cristo,
Esteban Larsón Macías, de www.iglesiareformada.com
Misionero a Uruguay de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa,
Artigas 1779, Pueblo Nuevo
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