bíblicamente los niños eran presentados en el templo, esta práctica tiene validez en la iglesia neotestamentaria y donde queda establecida.

Pues, sí, por supuesto, los niños (machos, no hembras) fueron presentados al octavo día en el templo para su dedicación al Señor. Es como leemos en Levítico 12:3, “Y al octavo día se circuncidará al niño.” Por eso, nuestro Señor Jesucristo, según la ley de Moisés, fue traído al templo el octavo día, como leemos en Lucas 2:21-22, “21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor.” E hicieron lo mismo con Juan el Bautista, y con Pablo, quienes nacieron bajo el pacto antiguo (Lucas 1:59, Filipenses 3:5). Fue el símbolo que el niño fue dedicado al Señor, y fue apartado al Señor.

Y el principio continuó al Nuevo Testamento. Nosotros pentecostales creemos que todavía hay promesas a los hijos de los creyentes, porque en el mismo Día de Pentecostés, cuando hicieron la proclamación apostólica de las maravillas de Dios en varios idiomas, cuando la gente hizo la pregunta, “¿qué haremos?” leemos también, “38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hechos 2:37-39). Y, Dios nos enseña que los hijos de los incrédulos son inmundos, cuando los hijos de los creyentes son santos (1 Corintios 7:14).

Pero, no practicamos la circuncisión como en el antiguo pacto, sino bautizamos a nuestros hijos, según el ejemplo en el Nuevo Testamento, “Y cuando fue bautizada, y su familia…” (Hechos 16:15, véase también Hechos 16:31-33). La razón porque no circuncidamos es porque ya no somos Israel según la carne, y las promesas a Israel según la carne habían sido cumplidos en Cristo Jesús. Y este principio fue establecido bien en el primero Concilio de la Iglesia en Jerusalén de que leemos en Hechos 15. Allá había un grupo de creyentes en Cristo Jesús que declararon que “Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos." (ver. 1)  Por eso, los apóstoles y ancianos de la iglesia estaban de acuerdo cuando declaró “Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.” (ver. 11) Por eso, declararon que solamente la ley moral debe de estar esforzado sobre los gentiles, y no la circuncisión u otras cosas que pertenecía a Israel como nación. (Véase también 1 Corintios 7:18, Gálatas 5:2)

Por eso, continuamos con el patrón apostólica, y dedicamos a nuestros hijos en el bautismo, como Cristo Jesús nos mandó, en el nombre del Padre, Hijo, y Espíritu Santo, enseñándoles todas las cosas que Cristo Jesús nos enseñó a nosotros (Véase Mateo 19:14; Mateo 28:19-20 y 2 Timoteo 3:15).

Pues, hermano, es algo por el momento, y si quiere más, como siempre, estoy a sus pies en Cristo Jesús, y estaremos en oración por Ud.,  y espero que nuestro Dios de gracia y amor le bendiga en toda manera.

Muy atte.

Su hermano en Cristo,
Esteban Larsón Macías, de www.iglesiareformada.com
Misionero a Uruguay de la Iglesia Presbiteriana Ortodoxa,
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