Jesús, el Dios Universal

por Gabiel Otero

Muchas personas conocen la Biblia y saben que la Biblia es la palabra de Dios, pero ahí termina su conocimiento ¿verdad? Hay muchas personas que conocen que la Biblia es de Dios, algunas saben que la Biblia la usan los protestantes, otras saben que la usan los sacerdotes católicos, ya sea en el idioma latín con la traducción de San Jerónimo; quizás algunas personas conocen la Biblia de Lutero o sea la Biblia alemana; en fin, conocen acerca de la Biblia. Y fue en ese espíritu de mostrar no ya algo acerca de la Biblia, pero sí algo directo de la Biblia que nos movió a empezar estos estudios, libro tras libro, para que podamos tener un concepto básico, verídico y profundo de la palabra de Dios. En ese sentido y con esa intención estamos haciendo estos estudios, no con la ambición de que sean tan profundos que el lector no los pueda entender, sino en una manera simple y práctica, verdadera y efectiva.



De ahí entonces que estamos frente a este evangelio tan precioso, el evangelio según San Lucas, con el cual sin duda nos hemos de sentir muy cómodos al leerlo viendo la pluma ágil, vigorosa y la mente abierta de un universitario, un doctor en medicina que estudió en Alejandría, Egipto, y que sirvió a Dios desde un punto de vista práctico como literato de su época.



Lucas no solamente forma parte del Nuevo Testamento de nuestro Señor Jesucristo al haber escrito este evangelio y también el segundo volúmen de sus memorias el libro llamado los Hechos de los apóstoles, no solamente forma parte de las Escrituras por esta razón, sino también por sus viajes misioneros con el inigualable y talentoso apóstol Pablo, según éste lo menciona.



El autor de este evangelio es Lucas. Lucas es conocido en las Escrituras bajo el apodo del "médico amado". En la epístola a los Colosenses Cap.4:14, leemos en el final de esta carta a la iglesia de Colosas, los saludos correspondientes de aquellos que estaban con el escritor de la carta: "Os saluda Lucas el médico amado, y Demas." Esta expresión "el médico amado", nos da a entender que el evangelista Lucas ejerció su profesión de doctor y administró no solamente paz espiritual, pero también ayuda física al apóstol Pablo, quien habiendo recibido esta ayuda y habiendo recibido este beneficio le apodó: "el médico amado". Así que, estamos frente al tercer evangelio de acuerdo al orden en que la Escrituras están colocadas, y este evangelio nos habla de un hermano muy especial que expresó amor. En la carta a Filemón, la misma nos habla indudablemente de Lucas como de un colaborador de Dios. En el cierre de la carta, en el saludo, el apóstol Pablo dice: "Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores." Notamos que la colaboración ejercida por estos hermanos fue indispensable para el trabajo misionero de Pablo. Deducimos entonces que Lucas fue conocido bajo dos características muy importantes: Como "el médico amado" y también como un "colaborador" del evangelio.



El evangelio de San Lucas fue dirigido a una persona llamada Teófilo. Muchos piensan que Teófilo era también doctor. Pero conviene que leamos el Cap.1:1-3, para que tengamos una idea del destinatario de este evangelio y el propósito del mismo: "Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertisimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo,..." Notamos entonces que el evangelista Lucas dirige en forma directa toda su escritura a una persona a quien por supuesto él amaba, Teófilo. Lucas creyó que era muy importante decir las cosas claras y escribir un evangelio, un relato de la historia cristiana primitiva que sin lugar a dudas son de origen divino. La lección que podemos aprender de esto es que Lucas escribió con un propósito y el propósito de este evangelio es dado a conocer en el Vr.4, siguiente a los que hemos leído: "...para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruído." Este versículo es la clave de todo el evangelio. Asimismo, Lucas lo escribió para hacer una narración correlativa y correcta de la vida de Jesús, con lo cual nos da a entender una lección espiritual: "Jesús, el Dios universal".



Vamos a analizar este título espirital que le hemos dado al evangelio de San Lucas y ver la razón bíblica del mismo. En primer lugar, Jesús, el Dios universal a través de su presentación universal. En el Cap.2:32, nos dice así: "...Luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel." Vemos que la presentación de Jesús en el templo, al tomarlo en sus manos aquel hombre llamado Simeón, "justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; el Espíritu Santo estaba sobre él." Y entonces él reveló por inspiración del Espíritu Santo el propósito de la llegada de Jesús. Jesús fue presentado haciendo dos cosas: "Luz para revelación a los gentiles y gloria a tu pueblo Israel." Estas palabras fueron tomadas del profeta Isaías Cap.42:6, donde leemos: "Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,..." Vemos entonces que Jesús, el Dios universal, lo hace a través de su presentación universal. Cuando Jesús fue introducido al mundo, no fue introducido como el Dios de Israel, sino como hemos leído: "Luz para revelación a los gentiles,..." es decir, primeramente como Luz para el conocimiento universal de Dios. Las naciones que no son israelitas pueden conocer al Dios de Israel, no viniendo a ser israelitas, no convirtiéndose al judaismo, pero sí a través de Jesús. Pero también dice el Vr.32: "...Y gloria a tu pueblo Israel." Jesús entonces en su presentación universal es el cumplimiento del pacto israelita, y es también la Luz del conocimiento universal de Dios.



En el libro del profeta Isaías tenemos más profecías con respecto al nacimiento de Jesús. En el Cap.9:6, por ejemplo, leemos estas palabras: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz." Sí, Israel esperaba esa época gloriosa, esa época maravillosa en donde se iba a consumar toda la esperanza de la gloria judía. Y Jesús es el cumplimiento de esa gloria israelita, debemos reconocerlo. En el evangelio según San Juan Cap.1:11, dice: "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron." Jesús vino y este hombre Simeón lo descubrió, lo sacó del anonimato y lo presentó al mundo: He aquí el poder y la gloria de Israel. El hecho de que Israel no lo reconozca, el hecho de que Israel niegue esta posición divina de Jesus, no implica que Jesús no sea el Mesías de Israel.



Concluímos entonces que el evangelio según San Lucas nos presenta a un Jesús que es el Dios universal y lo es a través de su presentación universal, ya que fue presentado como el cumplimiento del pacto israelita y como Luz del conocimiento universal de Dios. ¿Entendemos esto? ¿Sabíamos que Jesús es el mediador de Israel, como también el mediador de las naciones del mundo? Después de la cruxificción de Jesús, no existen más Israel y la Iglesia, sino que existe solamente la iglesia de Dios compuesta de judíos y gentiles. Fijémonos en las Escrituras en Efesios Cap.2:16-19, donde dice: "...y mediante la cruz (Jesús) reconciliar con Dios a ambos (a israelitas y gentiles) en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, (los gentiles) y a los que estaban cerca, (los judíos) porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,..." ¿Nos damos cuenta? Jesús es el Dios universal. ¿Por qué? Porque a través de su presentación nos es anunciado el cumplimiento del pacto israelita y también Luz para que el gentil pueda reconocer el plan de las edades que Dios tenía para las naciones del mundo.




En segundo lugar, a Jesús el Dios universal, el evangelista Lucas lo describe a través de una oportunidad universal. Cap.3:6: "...y verá toda carne la salavación de Dios." Primeramente, "...y verá toda carne..." Vemos que esa oportunidad universal nos habla de que habrá un llamado universal. Verá toda carne, una expresión realmente judía, dicha por medio de la lengua griega que quiere decir que todos han de tener oportunidad de ver la salvación de Dios. Y en verdad es algo muy importante. Jesús el Dios universal, por medio de un llamado universal; y seguidamente por medio de una salvación universal. "...y verá toda carne la salvación de Dios." Esta referencia del Dr. Lucas nos lleva nuevamente al libro de Isaías Cap.40:3-5, al cual él hace referencia: "Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado." Dios no dejó de lado a las naciones del mundo, sino que en Israel comenzó a sembrar la semilla como el testimonio de lo que él haría por aquellos que son sus hijos.



En tercer lugar, vemos que Jesús es el Dios universal a través de un mensaje universal. En el Cap.24:47, encontramos el mensaje de nuestro Señor Jesucristo para que podamos aprender el valor de ese Jesús que es universal: "...y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén." Tres cosas este versículo nos dice. Primero por una convicción personal: "...y que se predicase en su nombre el arrepentimiento..." Ninguno puede encontrarse con Dios a menos que esté arrepentido, que cambie de idea. Arrepentimiento es la palabra griega "metanoia" (noia=mente - meta=cambiar) cambio de mente. Si antes no creíamos en Dios, ahora creemos. Por eso un creyente no puede dudar de la palabra de Dios; si no hubo "metanoia", no hubo arrepentimiento en su vida. El arrepentimiento es algo que debe ser vívido en la persona del creyente. Aquellos que no creían en Dios, ahora creen, se han arrepentido diríamos nosotros, han cambiado de mente. Necesitamos un arrepentimiento de nuestra posición anterior con la posición que Dios nos muestra. Este Dios universal, Jesús, se ve a través de su primer mensaje. Todo el mundo sin excepción debe pasar por la cláusula del arrepentimiento. Luego continúa el Vr.47: "...y el perdón de pecados..." El perdón significa rescate personal. No sólo debe haber una convicción personal en el mensaje de Jesucristo, que es un mensaje universal, sino que debe haber un rescate universal. Hay perdón de pecados sin excepción, es decir, no existe un tipo de perdón para Israel y otro tipo de perdón para los gentiles. El perdón de pecados es en forma general pero aplicado en forma personal. De manera que el evangelio de Lucas nos dice que Jesús es el Dios universal a través de un mensaje univerdal, porque no sólo tenemos convicción personal, no sólo tenemos un rescate personal, sino que también tenemos perdón de pecados "...en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén." En todas las naciones sin excepción. Es verdad; ese mensaje personal dice: "...el perdón de pecados, en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén." Y aquí está lo importante, "...que se predicase en su nombre...el perdón de pecados..." Es un mensaje personal porque es dado en el nombre de Jesús. La Biblia no dice en el nombre de los bautistas, o católicos, o presbiterianos, no. La palabra de Dios dice que hay un mensaje personal, y ese mensaje personal debe llegar a todo el mundo en el nombre de Jesucristo. ¿Nos damos cuenta por qué Jesús es el Dios universal a través de las centurias y milenios? Porque tiene una presentación universal, porque nos da una oportunidad universal y porque nos habla de un mensaje universal. Cuando una persona quiere que otra conozca algo, generalmente se lo comunica en palabras, ¿verdad?



Bien, podemos decir entonces como conclusión de nuestro esdtudio, que el evangelio de Lucas fue escrito para que cnozcamos a Dios personalmente.

Y aquí está lo importante, "...que se predicase en su nombre...el perdón de pecados..." Es un mensaje personal porque es dado en el nombre de Jesús. La Biblia no dice en el nombre de los bautistas, o católicos, o presbiterianos, no. La palabra de Dios dice que hay un mensaje personal, y ese mensaje personal debe llegar a todo el mundo en el nombre de Jesucristo. ¿Nos damos cuenta por qué Jesús es el Dios universal a través de las centurias y milenios? Porque tiene una presentación universal, porque nos da una oportunidad universal y porque nos habla de un mensaje universal. Cuando una persona quiere que otra conozca algo, generalmente se lo comunica en palabras, ¿verdad?



Bien, podemos decir entonces como conclusión de nuestro esdtudio, que el evangelio de Lucas fue escrito para que cnozcamos a Dios personalmente.



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